lunes, 15 de mayo de 2017

Como te quieren tus costaleros, Estrella.



Que bonita paradoja que salgas de día, Estrella, y que tus costaleros aguanten en la calle para que entres de noche. Para que tu ciudad te vea brillando bajo el sol y tan radiante horas después bajo la penumbra de tu candelería, ya gastada, después de tanto brillo.

Mira lo que te quieren tus costaleros, Estrella, que te llevan bajo palio aunque este no quepa por la puerta de tu casa.
Mira lo que te quieren tus costaleros, Estrella, que te pasean sin prisa, con mucho mimo, sin importarle lo más mínimo el estado de sus cuellos, para que la noche del Martes santo caiga en Ávila y brilles como lo que eres, Estrella, mientras de recogida bajas esas escaleras muy despacio para que no sufras en tu llegada, por mucho que sufran ellos.

Porque eso no es sufrimiento, eso es amor.

Mira lo que te quieren tus costaleros, Estrella, que no les importa irse el jueves de su ciudad para que las Lágrimas y la Amargura de la pasión de tu hijo puedan pasear por Talavera con la misma categoría con la que a ti te llevaron por Ávila.

Estrella, Madre, tus lágrimas son las nuestras y nuestro amargor es menor gracias a tu gente.

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